El 20 de mayo de 2024, la noticia de la llegada de Sebastián Pop, mejor conocido en la escena musical como Farruko Pop, a la temida Zona 18 de Ciudad de Guatemala sorprendió a sus seguidores.
Este joven cantante, que había ganado popularidad en el género urbano, fue invitado a la zona por una adolescente de 16 años, identificada como “BP”.
La relación entre ambos se había desarrollado en redes sociales, específicamente a través de Instagram, donde intercambiaron mensajes y videollamadas que culminaron en un fatídico encuentro.
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La Invitación a la Zona 18: Un Encuentro Mortal
Según las investigaciones, “BP”, residente de la Colonia El Limón, organizó un encuentro amistoso con Farruko Pop en las canchas de su comunidad, con la excusa de asistir a una “chamusca”, un partido de fútbol informal.
Lo que parecía ser una simple reunión para conocerse en persona, rápidamente se transformó en un escenario de pesadilla. Tras pasar tiempo fuera de una vivienda en la mencionada colonia, en compañía de “BP” y otras menores, el cantante ingresó a la casa.
Lo que ocurrió dentro de esas paredes sigue siendo objeto de investigación, pero lo cierto es que Farruko Pop jamás salió con vida de aquel lugar.
El informe forense reveló que el joven cantante murió por asfixia por estrangulamiento, aunque su cuerpo también presentaba señales de violencia adicional.
Su cuerpo fue encontrado días después, enterrado en una casa cercana en la misma colonia, lo que conmocionó no solo a sus seguidores, sino a toda la comunidad artística de Guatemala.
Desaparición y fallecimiento misterioso
Pocos días después del asesinato de Farruko Pop, “BP” desapareció misteriosamente. Las autoridades emitieron una alerta Alba-Keneth para su localización, pero los esfuerzos iniciales no dieron frutos.
La búsqueda se prolongó durante dos meses, hasta que, el 17 de julio de 2024, el cuerpo de “BP” fue encontrado durante un allanamiento en una vivienda abandonada en la misma colonia.
El hallazgo de dos cuerpos femeninos enterrados en ese lugar desató una ola de especulaciones.
Aunque la identificación final se retrasó debido al estado de descomposición, el Instituto Nacional de Ciencias Forenses confirmó que uno de los cuerpos pertenecía a la joven.
Al igual que Farruko Pop, “BP” murió por asfixia por estrangulamiento, y su cuerpo fue enterrado en un intento de ocultar el crimen.
Conexiones con la Pandilla Barrio 18
Las investigaciones han revelado que “BP” tenía vínculos con la pandilla Barrio 18, específicamente con un grupo conocido como “Las Jainas”, compuesto por mujeres jóvenes vinculadas sentimentalmente con pandilleros.
Se especula que la joven pudo haber sido castigada por la pandilla por llevar a Farruko Pop a la zona, violando las normas internas del grupo.
> «La relación entre Farruko Pop y ‘BP’ no era sentimental, pero su comunicación frecuente despertó celos entre los pandilleros,» según explicó el fiscal encargado del caso.
El testimonio sugiere que el asesinato de Farruko Pop fue un “crimen de celos”, resultado de una interpretación errónea de la situación por parte de los pandilleros que controlan la zona.
Un Crimen de Celos y Venganza
El asesinato de “BP” parece estar directamente relacionado con el asesinato de Farruko Pop. Según las hipótesis manejadas por la Fiscalía de Delitos contra la Vida, la joven fue asesinada por no seguir las reglas de la pandilla.
Invitar a un forastero, y menos a alguien con cierto reconocimiento, era una grave infracción, lo que llevó a que los miembros de la pandilla tomaran represalias en su contra.
Este doble crimen ha generado indignación y ha puesto en evidencia la problemática de las pandillas en Guatemala, especialmente en zonas marginales como la Colonia El Limón.
La violencia pandillera sigue siendo una amenaza constante para los jóvenes, que a menudo son víctimas de manipulación y violencia sin poder escapar de ese ciclo.
> “La sociedad guatemalteca espera respuestas y medidas concretas que eviten que más jóvenes caigan en las garras de las pandillas,” declaró un activista local, reflejando el sentir de una comunidad golpeada por la violencia.
Mientras las investigaciones continúan, queda en manos de las autoridades el desafío de desmantelar estas estructuras criminales y prevenir futuras tragedias.