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La sanción de Mingob a «Tiktokero marero» que transmitía en Vivo desde una prisión de Guatemala

La sanción de Mingob a Tiktokero marero que transmitía en Vivo desde una prisión de Guatemala

Las autoridades han confirmado el traslado de Manuel Lemus Espinoza, alias «El Gordo», «El Burro» o «La Bestia», a un centro penitenciario de máxima seguridad. Este pandillero, vinculado al Barrio 18, utilizaba la red social TikTok desde su celda para transmitir contenido en vivo y difundir mensajes que, según las investigaciones, podrían estar relacionados con actividades delictivas.

Manuel Lemus, el Tiktokero marero es aislado en cárcel de máxima seguridad

El Ministerio de Gobernación (Mingob) informó que el traslado de Lemus Espinoza responde a la necesidad de reforzar la seguridad y evitar que siga utilizando dispositivos electrónicos dentro del sistema penitenciario. La decisión fue tomada tras una serie de operativos en los que se detectó que el recluso había publicado varios videos desde su celda, así como transmisiones en vivo mientras era trasladado en vehículos del Sistema Penitenciario.

La nueva ubicación de Lemus es el centro carcelario Renovación 1, anteriormente conocido como el Centro de Alta Seguridad Canadá o «El Infiernito». Este penal es reconocido por su estricta vigilancia y por albergar a los criminales más peligrosos del país.

Quién es Manuel Lemus Espinoza, un historial criminal extenso y conexiones peligrosas

Manuel Lemus Espinoza, de 41 años, es hermano de Axel Danilo Ramírez Espinoza, alias «El Smiley», otro reconocido miembro del Barrio 18. Su implicación en la pandilla ha sido confirmada por las autoridades, quienes lo consideran una figura de alto perfil dentro de la organización criminal.

El expediente de Lemus Espinoza no es nuevo. Su última captura fue en mayo de 2024, cuando fue arrestado por extorsión, aunque ya había sido detenido en otras ocasiones por delitos relacionados con el porte ilegal de armas y asociaciones ilícitas. Desde el 2005 hasta la fecha, cuenta con antecedentes por:

  • Posesión de sustancias para el consumo.
  • Portación ilegal de armas de fuego.
  • Conspiración.
  • Asociaciones ilícitas.
  • Extorsión.
El fenómeno del reo tiktokero, uso de redes sociales dentro de las prisiones

El caso de Manuel Lemus Espinoza pone en evidencia un problema recurrente en el sistema penitenciario: el acceso de reclusos a tecnología y redes sociales. A pesar de los esfuerzos por restringir estos medios dentro de las prisiones, algunos internos continúan encontrando la forma de utilizar dispositivos móviles para comunicarse con el exterior.

Según fuentes oficiales, Lemus utilizó TikTok para transmitir en vivo desde su celda y, en algunas ocasiones, durante traslados en vehículos del Sistema Penitenciario. Estos videos generaron preocupación, ya que no solo demostraban fallas en la seguridad carcelaria, sino que también podían servir como medio para coordinar actividades delictivas.

Reacciones de las autoridades, medidas más estrictas en prisiones

Tras el escándalo de las transmisiones de Lemus, el Ministerio de Gobernación ha anunciado un refuerzo en los controles dentro de los centros penitenciarios. Entre las medidas que se estarán implementando están:

  • Reducción de privilegios a reclusos de alta peligrosidad.
  • Aumento en la frecuencia de requisas en las celdas.
  • Uso de tecnología avanzada para detectar señales de teléfonos móviles dentro de las prisiones.
  • Sanciones severas para guardias o funcionarios que faciliten el ingreso de dispositivos electrónicos.

Estas acciones buscan evitar que otros reclusos sigan los pasos de Lemus y utilicen plataformas digitales para mantener contacto con el exterior o influir en actividades delictivas.

El caso de Manuel Lemus Espinoza ha puesto en evidencia las vulnerabilidades del sistema penitenciario en cuanto a la regulación del uso de tecnología dentro de las cárceles. Su traslado a un penal de máxima seguridad es una medida necesaria, pero también deja claro que es imperativo reforzar las políticas de seguridad para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.

El acceso de reclusos a redes sociales representa un reto para las autoridades, que deben garantizar que las prisiones sean lugares de rehabilitación y no centros de operación delictiva. Con la implementación de nuevas medidas de seguridad, se espera que casos como el de Lemus sean prevenidos y que el sistema penitenciario logre un mayor control sobre las actividades de los internos.