La música urbana y el fútbol guatemalteco parecen mundos opuestos, pero compararlos revela la enorme brecha que existe entre las figuras globales y los referentes locales.
Bad Bunny, uno de los artistas más escuchados del planeta, puede llegar a cobrar entre $3 y $5 millones por concierto, según reportes de la industria musical en 2025.
Por otro lado, el histórico delantero guatemalteco Carlos “el Pescado” Ruiz, hoy retirado de las canchas, mantiene ingresos mucho más modestos ligados a su faceta de comentarista deportivo, conferencista y actividades de representación.
Los números de Bad Bunny
- Ingresos por concierto: entre $3 y $5 millones.
- Giras mundiales: superan los $150 millones en recaudación.
- Acuerdos de patrocinio y colaboraciones: lo colocan entre los artistas latinos más ricos del mundo.
El caso del “Pescado” Ruiz
Tras su retiro, el máximo goleador de la Selección Nacional percibe ingresos de actividades deportivas, conferencias y participaciones en medios. Aunque las cifras exactas no son públicas, se estima que son miles de dólares al año, muy por debajo de lo que factura un artista global.
Reflexión
La comparación deja claro que el entretenimiento y el deporte de élite mundial mueven cifras muy distintas. Sin embargo, en Guatemala, el “Pescado” Ruiz sigue siendo considerado una leyenda viva del fútbol chapín y un símbolo de orgullo nacional.