Presidente Bernardo Arévalo reafirma su postura: «No aceptaremos delincuentes como en El Salvador»
Durante una conferencia de prensa celebrada el 5 de febrero, el presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, dejó clara su posición respecto a la posibilidad de recibir a criminales en el país. En respuesta a una pregunta de una periodista sobre la eventual llegada de miembros de pandillas peligrosas como el Tren de Aragua, el mandatario fue contundente:
“No, no ha habido ninguna discusión alrededor de criminales condenados”.
Esta declaración se produjo en el marco de la visita del secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, a Guatemala. Con estas palabras, Arévalo buscó despejar cualquier duda sobre un posible acuerdo que implique la recepción de delincuentes en territorio guatemalteco, en contraste con el pacto alcanzado recientemente entre el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y el gobierno estadounidense.
El acuerdo migratorio de El Salvador y su impacto en la región

El presidente Nayib Bukele ha calificado su acuerdo con Estados Unidos como un «acuerdo migratorio sin precedentes». Este convenio, según Bukele, fortalecerá las relaciones entre ambas naciones y ayudará a mejorar la seguridad en la región. Sin embargo, la decisión de aceptar a criminales condenados ha generado controversia en Centroamérica, con diversos países analizando el impacto que esto podría tener en su seguridad interna.
En el caso de Guatemala, el presidente Arévalo ha enfatizado que su gobierno no tiene intención de replicar esta estrategia. «Nuestra prioridad es garantizar la seguridad y estabilidad de Guatemala«, expresó el mandatario, reafirmando su compromiso con el bienestar de la población.
No es un acuerdo de tercer país seguro
Otro de los temas abordados en la conferencia fue la política migratoria de Guatemala. El presidente Arévalo aclaró que los acuerdos alcanzados con el secretario de Estado de EE.UU. no convierten a Guatemala en un «tercer país seguro».
«Los migrantes de otras nacionalidades serán recibidos temporalmente y luego serán enviados a sus países de origen», explicó Arévalo. Esta declaración busca tranquilizar a la opinión pública y disipar cualquier especulación sobre un posible cambio en la política migratoria del país.
Refuerzo en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado
En cuanto a la seguridad, el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, aseguró que su gobierno seguirá «incrementando la cooperación» con Guatemala para fortalecer la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.
El gobierno guatemalteco anunció que como parte de estos acuerdos, fuerzas combinadas del Ejército de Guatemala y la Policía Nacional Civil (PNC) se encargarán de reforzar la seguridad en las fronteras del país. Este esfuerzo conjunto tiene como objetivo principal reducir el ingreso de grupos delictivos y el tráfico de drogas en la región.
Incremento en los vuelos de deportados
Otra medida anunciada en la conferencia fue el aumento del 40% en los vuelos de retornados. Tanto guatemaltecos como migrantes de otras nacionalidades serán repatriados como parte del «Plan Retorno al Hogar».
Este programa busca proporcionar atención integral a los migrantes deportados, facilitando su reinserción en la sociedad y ofreciéndoles oportunidades para evitar que vuelvan a intentar ingresar ilegalmente a otros países. Con estas acciones, el gobierno de Guatemala busca mantener un control más estricto sobre la migración y garantizar la estabilidad en su territorio.
El mensaje del presidente Bernardo Arévalo ha sido claro: Guatemala no seguirá el modelo de El Salvador en la aceptación de delincuentes condenados. Su gobierno está enfocado en fortalecer la seguridad interna, combatir el narcotráfico y mejorar las condiciones de los migrantes retornados.
Mientras tanto, la cooperación con Estados Unidos seguirá en aumento, pero bajo términos que favorezcan la estabilidad del país. Con medidas concretas como el refuerzo de la seguridad en las fronteras y el incremento en los vuelos de deportados, el gobierno de Arévalo busca garantizar que Guatemala no se convierta en refugio de criminales y que sus ciudadanos puedan vivir en un ambiente de mayor seguridad y prosperidad.