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VIDEO: quedara bajo el agua, así luce la isla de Flores tras inundaciones

VIDEO: quedara bajo el agua, así luce la isla de Flores tras inundaciones

La icónica Isla de Flores, en el departamento de Petén, Guatemala, enfrenta una de sus mayores crisis en años debido al crecimiento del lago Petén Itzá. El aumento del caudal del lago ha sobrepasado el malecón, causando estragos en viviendas, negocios y la infraestructura turística que caracteriza a esta región.

Desde hace semanas, los residentes y comerciantes han visto cómo el agua se filtra a través de las calles, afectando restaurantes, hoteles y hogares. La situación se ha vuelto tan grave que incluso se ha restringido el acceso vehicular a ciertas áreas de la isla.

Una perspectiva desde el aire, sobrevuelo revela la magnitud del problema

A través de un sobrevuelo capturado por el fotoperiodista Wilder López, se puede observar con claridad el impacto de las inundaciones en la isla. Desde las alturas, las imágenes muestran cómo el agua ha invadido los callejones y las lanchas ahora alcanzan con facilidad lo que antes eran áreas peatonales.

La barda de contención, que protegía el malecón, ha quedado completamente sumergida, evidenciando la fuerza con la que el lago ha reclamado parte del terreno de la isla. Este fenómeno no solo afecta a los habitantes, sino también a la actividad turística, una de las principales fuentes de ingresos de la región.

El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) informó en su más reciente boletín hidrológico que el lago Petén Itzá ha crecido 3.72 metros sobre la escala de referencia de la estación Chachaclún en San José Petén.

Según el análisis, se espera que el nivel del agua se mantenga estable y no registre un crecimiento significativo en las próximas semanas. Sin embargo, la incertidumbre persiste entre los residentes, quienes dependen de que la época seca permita una disminución gradual del nivel del lago.

La crecida del lago ha obligado a evacuar varios inmuebles en la isla, dejando a familias y comerciantes en una situación de vulnerabilidad. Restaurantes, hoteles y otras empresas han tenido que cerrar temporalmente, afectando no solo la economía local, sino también el flujo turístico hacia esta región.

Mientras los habitantes esperan con ansias la llegada de la época seca, confían en que las aguas retrocedan para poder retomar sus actividades normales. Las autoridades locales y organizaciones comunitarias trabajan en planes de contingencia para mitigar los efectos de estas inundaciones en el corto y mediano plazo.

La resiliencia de la comunidad será clave para superar este desafío y devolverle a la Isla de Flores su habitual encanto turístico y cultural.