La cadena de comida rápida más famosa del mundo no solo vende hamburguesas, también vende una marca poderosa que se mantiene en la mente de millones de consumidores. En 2024, McDonald’s destinó 445 millones de dólares a publicidad, una cifra que, aunque inferior a la de otras multinacionales, sigue siendo clave para su presencia mundial.
¿Cómo se distribuye este gasto?
De acuerdo con datos de Statista, la inversión se divide de la siguiente forma:
- 90 millones de dólares en producción y compra de medios tradicionales y digitales (televisión, radio, internet).
- 355 millones de dólares en campañas financiadas por cooperativas locales de publicidad, integradas por los propios franquiciados.
Este modelo descentralizado permite que McDonald’s tenga presencia global, pero con mensajes adaptados a cada país y cultura.
De gastar casi mil millones a optimizar la inversión
En 2014, la empresa invertía más de 900 millones de dólares anuales en marketing. Hoy, gasta la mitad, pero su influencia no ha disminuido.
La razón está en la optimización digital:
- Uso de datos y segmentación precisa.
- Publicidad personalizada a través de su app oficial y su programa de fidelidad (con más de 175 millones de usuarios activos).
- Contenido viral generado por los propios consumidores en TikTok, Instagram y YouTube.
Esto demuestra que la marca no necesita gastar más, sino gastar mejor.
El poder de las cooperativas publicitarias
El sistema de McDonald’s es único: cada franquiciado aporta un porcentaje de sus ventas a un fondo publicitario común, que luego se usa para campañas locales.
Esto significa que la publicidad de McDonald’s no depende solo de la corporación, sino de un modelo colaborativo que combina esfuerzos locales y globales.
Así, un consumidor en Tokio, México o Nueva York reconoce un anuncio de McDonald’s en cuestión de segundos, aunque cada campaña pueda tener mensajes distintos.
Menos gasto, más impacto
Mientras marcas como Coca-Cola o Procter & Gamble gastan mucho más en publicidad, McDonald’s ha demostrado que su fuerza está en:
- Eficiencia de costos: gran visibilidad con menor inversión corporativa.
- Consistencia de marca: un mismo estilo global, pero adaptado a cada región.
- Cobertura local: campañas cercanas al consumidor en idioma, cultura y contexto económico.
- Rentabilidad: cada dólar invertido en marketing genera miles de visitas a sus restaurantes en todo el mundo.
Publicidad que se convierte en ventas
Más que solo atraer clientes, la publicidad de McDonald’s busca fidelizar. A través de promociones exclusivas en su app y estrategias dirigidas a miembros del programa de lealtad, logra que los clientes repitan visitas y aumenten el ticket promedio.
El marketing no es un gasto: es el motor que asegura que más de 43 mil restaurantes en el mundo tengan tráfico constante.
